miércoles, 17 de febrero de 2016

Una receta muy especial.


El lunes, como la mayoría de los lunes, anuncia un duro comienzo de la semana. Esta vez incluso se trataba de una mañana muy fría.  Al llegar a clase, encima de mi mesa me encontré una carta anónima.
Fue una gratísima sorpresa, no me lo esperaba. Es lo que tiene este trabajo: cuando más abatida, desanimado o perdida estás surge algo, que te vuelve a encender la chispa y dibujarte una sonrisa en la cara.
¡ Gracias Samu ! Realmente me ayudó a empezar con energía la semana. Son los pequeños gestos los que avivan y mantienen el amor que sentimos por los demás.

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